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He perdido la inocencia,
he perdido la ilusión.
He perdido la decencia
y es que soy un perdedor.
He perdido a la ruleta,
he perdido al dominó,
he perdido mil pesetas,
no sé cuantos euros son.
He perdido cinco a cero sin bajar del autocar,
he perdido los papeles, los papeles de fumar.
Y de perdidos al río, ya no pienso buscar más
y si pierdo la cabeza me da igual.
He perdido mucho tiempo intentándote encontrar,
he perdido la paciencia y también la dignidad.
Y de perdidos al río, ya no pienso buscar más
y si voy perdiendo aceite me da igual.
He perdido el equipaje,
la cartera y el reloj.
Yo pierdo hasta los tatuajes,
y es que soy un perdedor.
He perdido el tren,
el tren de la vida;
He perdido el tren,
el tren del amor;
Y el único tren que no pierdo
me lleva a la perdición.
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